jueves, 7 de febrero de 2013

¿Qué es la democracia?


¿Qué es la democracia?

 

A raíz de la tan mencionada Revocatoria a la alcaldesa de Lima, doña Susana Villarán, se escucha muy a menudo que dicha consulta popular no es democrática, que afecta el derecho de quienes votaron por la señora Villarán; otro sector, por ejemplo, señalan que si la ley ampara el pedido de Revocatoria entonces no es un abuso, y que muy por el contrario es un claro ejemplo de  democracia puesta en práctica.

 

Una tarde de domingo, reunidos en casa de una tía, salió el tema a flote, y como dije anteriormente, unos a favor y otros en contra. Los que estaban a favor argüían que no es democrático revocar a una autoridad cuando el pueblo así lo ha escogido, y otros decían que muy al contrario, sí es democrático remover de su puesto al funcionario público que uno ha elegido, siempre y cuando se dé dentro de los márgenes de la ley. Bueno pues, así las cosas, cuándo me consultaran sobre el tema, yo, disculpándome, les respondí con una pregunta, ¿Qué es para ustedes la democracia?

Hubo un silencio incomodo; silencio que se rompió cuando uno de los presentes dijo: “Es el derecho de elegir y ser elegido”, y ciertamente lo es. Otro comentó: “Es cuando, ante una elección, gana el que más votos tenga a su favor”, y de cierta forma, también lo es.

 

Pero ninguno respondió mi pregunta ¿Qué es la democracia? Las respuestas dadas fueron aceptables, sí, pero yo no les pregunté cómo se pone en práctica de la democracia, ni tampoco les dije que me dieran ejemplos de cómo se ejecuta la democracia. En cuyo caso, las respuestas serían las más acertadas.

 

La palabra democracia la escuchamos más cuando nos encontramos en tiempos de elecciones; así pues, cuando el expresidente Alejandro Toledo candidateaba a la presidencia, decía: “Yo soy un cholo y fiel respetuoso de la democracia”; otros decían        “Somos un país democrático”, “Soy fiel partidario de la democracia”, “En aras de la democracia no podemos permitir tal o cual cosa”.

Pero… ¿Sabemos en verdad lo qué significa la democracia? ¿Sabemos cuáles son las condiciones necesarias para hacerla posible? ¿De qué manera puede funcionar un proceso que lleva millones de electores a dotarse de unas cuantas decenas de representantes? ¿Existen distintas “gradaciones” de democracia?

 

A estas interrogantes, y con la ayuda del maestro Giovanni Sartori, trataremos de darle respuesta con la finalidad de tener un mayor y mejor conocimiento de lo que conlleva en sí mismo la palabra Democracia.

 

Espero nos acompañen.

 

Gracias.

 

CAPITULO I.- Demos y populus:

Empecemos por definir la palabra “democracia”. Es importante definirla-para saber lo que quiere decir- para establecer qué pretendemos o nos esperamos de la democracia. Pero atención, tengan mucho cuidado, porque es un discurso plagado de celadas. La primera de ellas es la terminología: discutir sobre la palabra ignorando la cosa. Empecemos pues por la palabra, y de la cosa hablaremos luego.

 

La palabra griega “demokratia” se compone de demos, que quiere decir pueblo, y de kratos, que quiere decir “poder”. Por lo tanto, traducida al castellano, significa “poder del pueblo”. Si es así, las democracias “tienen que ser” lo que dice la palabra: sistemas y regímenes políticos donde el pueblo es el que manda.   

 

Bien, ¡bravo! Todo listo, todo resuelto, ¿no?

 

No. Ya que si esa es la definición, cabría entonces preguntarnos ¿Quién es el pueblo? Y después, ¿Cómo se atribuye el poder al pueblo? ¿Cómo hay que hacer?

 

Entre los siglos V y IV a.C., el término demos tuvo todo tipo de interpretaciones. Para los griegos, a la palabra se le podía asignar cuatro significados:

1.      Plethos, es decir, el plenum¸ el cuerpo de los ciudadanos en su integridad. Bajo esta definición, el pueblo son “los todos”;

 

2.      Hoi polloi, “los muchos”. El inconveniente con esta acepción, según los especialistas, es que se remite a la pregunta: “¿Cuántos muchos son suficientes para formar un demos?”. Habría que establecerlo cada vez, y eso no puede ser;

 

3.      Hoi pleiones, “los más”. En cambio, ésta es una acepción fundamental, porque la democracia se fundamenta, como se verá, en una regla mayoritaria que deriva de esta acepción;

 

4.      Ochlos, “la multitud”, una concentración ocasional que, no obstante, puede “calentarse”. En Atenas, la multitud era importante porque se trababa de una democracia directa. Pero recobra importancia a medida que la democracia de los modernos ha ido activando a las masas y se sirve de ellas.

 

Dejando de lado a los griegos, el discurso se torna aún más complejo en cuanto el demos se reconvierte en el latino populus, porque los romanos¾y más en la cultura medieval¾ hacen de populus tanto con concepto jurídico como una entidad orgánica. Por último, sabe recordar un significado que es en parte aristotélico (el demos son “los pobres”) y en parte marxista (el pueblo es “el proletariado”). Bajo esta óptica, el pueblo es parte del demos, la más pobre o la más numerosa.

 

Como puede apreciarse, la complejidad de la palabra “democracia” no es poca, pero hoy puede simplificarse con dos nociones “operativas” de democracia (en el sentido de que consideran la democracia por su forma de operar). En este contexto encontramos el principio de mayoría absoluta o bien mayoría relativa. El primero quiere decir: los más tienen todos los derechos, mientras que los menos, la minoría, no tiene ningún derecho. En cambio, el principio de mayoría relativa se concreta así: lo más tienen derecho a mandar, pero en el respeto de los derechos de la minoría. Por tanto, desde un punto de vista operativo, el demos es una mayoría, y la doctrina es prácticamente unánime al afirmar que la democracia tiene que inspirarse en el principio de mayoría limitada o moderada. Si no, vivirá un día y empezará a morir al día siguiente.

 

El próximo capítulo abordará sobre la Titularidad y ejercicio.

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