viernes, 11 de octubre de 2013

AHORA QUE TE VAS...



 
Es duro, más que difícil, decirle adiós a alguien que quieres; eso me pasó a mí cuando me despedí de mi primo, sí, ese, el de los tatuajes con look ´caushha´ con pantalones holgados, usándolos siempre debajo de las nalgas, con un swing peculiar siempre al andar, como rapero, como si tuviese lesionada la rodilla, o hubiese tenido una mala experiencia sexual en su corta pero educativa estancia en Maranguita, sí, ese de panza prominente, de barbita incipiente, quizá ridícula pero carismática, siempre con las cejas –unicejas, el webas- con dedicación prolija para verse bien, o, según yo, menos mal, aquél que toda expresión verbal y física es acompañada de miradas y gestos obscenos, casi lascivos. Se va mi primo a tierras de nuestros antepasados, ¿a probar suerte? No. Se va a lucharla, a rajarse la espalda como lo hacen todos aquellos que salen de la matriz por algo mejor. Duele, cierto, pero así es la vida. Nos dijo que volverá, yo ya lo espero sin haberse marchado. Estaremos en contacto, le dije. Y es cierto, el Internet te impide crear excusas para no saber o escribirte con otra persona, pero no será lo mismo. Aun así sé, y lo creo con firmeza, que la joda entre nosotros, esa joda tan característica de los primos Cavallini, o al menos la de nuestra generación, seguirán latentes, de eso me encargo yo, y quizá el culón, también, carajo. El día que me despedí de ti, en la casa de San Miguel, nos abrazamos y nos besamos la mejilla como siempre lo hemos hecho, pero sentí algo raro, algo diferente, algo que no supe, en ese momento, qué era y por qué, pero la sensación fue nostálgica, y aunque la expresión fue de lo más cariñosa, hubo un relámpago de frío invernal que recorrió mi espalda en el instante que nos alejamos.  Luego, a solas, reflexionando, supe qué paso. Y es que ese día –miércoles 09.10.13- no me despedí de un primo, tampoco de un amigo; me despedía de uno de mis hermanos (el más feo de todos, claro). Comprendí entonces cuánto es que me entristece saber que no te tendremos cerca, que habrá un gran vacío en las futuras reuniones de primos. Si las hay. Pero sé, como todos, que no es un adiós, sino un HASTA LUEGO. También aprovecho la oportunidad para desearte todo lo mejor, que no tengas suerte -ya que la suerte es para aquellos que no luchan por lo que quieres pero, de una forma un tanto caprichosa, y desmerecida, claro es, obtienen lo que buscan- sino que tengas muchos éxitos, que sea lo que sea que te hayas trazado, lo logres a punta de sudor y esfuerzo, de lucha constante, dedicación y mucho respeto. Sé de antemano que así será, pues acá lo demostraste. Y callaste la boca de aquellos que no daban un real por ti. Bien carajo, bien. Juano, Pancho, Chato, Mara, Causha, Cobrizo, Pincho Muerto, Perfil Griego, Chorimedias, Rata, Primo, Hermano, Broder, El Maldito de Renovación, etcéteras, TE VOY A EXTRAÑAR COMO LA PUTA MADRE.

TE QUIERO, MÁS DE QUE LO QUE TÚ PIENSAS, Y MÁS DE LO QUE YO CREÍA, Y AHORA QUE TE VAS, ASÍ HA QUEDADO DEMOSTRADO.



PDT:  Dale un fuerte abrazo a ella, a la hermana de mi mamá, que es mi tía, y que la quiero mucho, dile cuánto es que me hace falta, y que, al igual que todos, espero su pronto retorno.

Con el mismo cariño de siempre, el más chulapi de todos.
Lima, 11 de octubre de 2013.

 


           

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