martes, 18 de febrero de 2014

A LA VUELTA DE LA ESQUINA




 
 

No deja de ser gracioso cómo algunos compatriotas míos, entre los cuales hay familiares y amigos, se jalan los pelos y se unen a las protestas de libertad del pueblo de Venezuela. Ponen frases contra el Presidente Maduro y suben fotos en sus perfiles de Facebook diciendo que son peruanos pero que están con Venezuela y por eso también son ‘venezolanos’. O ponen fotos con los rasgos distintivos de Maduro con un aspa color roja.
Por supuesto que no es nada grato lo que está viviendo el país hermano de Venezuela; en lo absoluto. Pero de allí a que los peruanos nos unamos a la voz de protesta atreves de las redes sociales, me parece sumamente huachafo. Y lo digo sin la intención de ofender, pero es la verdad: me parece huachafo.

Y es que defender causas que no son nuestro problema, ser voceros de un movimiento que no nos deja nada, me parece gastar saliva y una pérdida de tiempo innecesaria.

¡Claro! Habrá quien diga: Y a ti qué chucha…
Y tienen razón: ¡A mí qué chucha…!
Sólo me pregunto: ¿Dónde está ese clamor peruano cuándo sus propios paisanos los necesitan? ¿Dónde están esas fotos del gobierno ignorando el derecho al trabajo de la clase, y suena a burla, ‘trabajadora’? ¿Dónde está ese logo o ‘Hashtag’ diciendo Soy Peruano porque estoy con el Perú y por eso también soy Peruano?

¿Dónde está ese mismo ardor con el que critican a Gobiernos extranjeros? ¿Dónde está ese apoyo a los Médicos que hacen su huelga en plena Avenida Salaverry? ¿Dónde están mis amigos cuando marchan por la extensa y maloliente Avenida Abancay esos profesores que piden un aumento de sueldo, uno que sea digno de recibir?
Siempre hemos sido una sociedad mezquina con nuestro propio pueblo, y eso, entristece. Sin embargo, sí sacan las garras por defender derechos de otros, de aquellos que ni siquiera saben que existimos. Ahí sí que nos arman de valor, de coraje y rugimos contra el Poder, cual león en cautiverio.

Es una pena lo que le sucede al pueblo de Venezuela, verdad que sí. Pero…¿y nuestro pueblo,  qué?
¿A caso el derecho a libre expresión es más ‘derecho’ que el derecho al trabajo, o el derecho a la igualdad, como bien pelea nuestro proletariado?

Lo más probable es que subiendo fotos de lo que sucede en Venezuela y decir que estamos en contra de ello, y decir que somos también venezolanos, nos hace sentir más ‘cool’.
¡Más chévere, cónchale vale!

No soy nacionalista, no soy, tampoco, un idealista, pero sí un patriota. Y si algo he aprendido en mis treinta años es que: «No vale la pena pelear guerras ajenas».

Demostremos nuestra disconformidad, sí. Pero no olvidemos a quienes hace años vienen pidiendo que sean tratados como iguales, y no están muy lejos. Están acá, en Perú, o como diría un famoso programa: A la vuelta de la esquina…

 

Lima, 18 de febrero de 2014.

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