miércoles, 7 de mayo de 2014

XXXI


 

 

Hoy cumplo 31 años. Motivo por el cual deseo compartir con todos ustedes algunos de los momentos más importantes de mi vida. No todo, claro. Hay cosas que se van a la tumba, o, en mi caso, a la urna; pues deseo ser incinerado.

Nací un sábado siete de mayo de 1983 y, como en Perú el ‘Día de las Madres’ se celebra el segundo domingo de mayo, mi mamá dice que fui su mejor regalo.

Soy el mayor de mis hermanos, de los que nació de la camada de mis padres, pero tengo un hermano mayor por parte de mi papá, a quien conocí poco menos de un año. Ni yo en mis mejores ángulos tengo el parecido que tiene mi hermano con papá. Simplemente son dos gotas de agua.

Con tan sólo tres años de nacido migramos a México, donde mi papá fue contratado por el circo ‘Hnos Fuentes Gasca’, por una temporada (1986-1987). En ese entonces éramos dos, mi hermana, ‘La negra’, y yo. Siempre fuimos como perro y gato, pero fue mi primera amiga, mi primera confidente y mi primera arma mortal: rompía todos mis muñecos de acción por la mitad.

Acudí al colegio ‘Emiliano Zapata’ (uno de tantos). Allí aprendí a leer y a escribir. Ahí canté por primera vez el himno Nacional mexicano. Aún me veo llevándome la mano derecha estirada y postrándola en el pecho, con la mirada firme y cantando a todo pulmón el himno patrio. Pero mi paso por el colegio fue momentáneo, pues la vida del circense es una vida nómada.

Con seis años pierdo a mi abuelo, papá de mi mamá. Estábamos en Acapulco. Mi madre viaja con mi hermana a Lima para su entierro.

A los siete años recibí mi primer beso. A esa misma edad perdí dos dientes de leche (los de conejo). También conocí el primer concepto de ‘primo’. Sin serlo, hoy en día nos queremos como tal; sabe lo que quiero y lo admiro. A los siete también perdí a mi primer amigo y aprendí la regla # 01 de los cuates: no se besan a las hermanas de los mejores amigos.

La mejor fiesta de cumpleaños que recuerdo fue cuando me celebraron mis ocho añitos. Estábamos de gira con el circo ‘Mágico Italiano’ por todo Centro América. Hubo dos pasteles y dos piñatas, y varios regalos. A esas edad conocí a mis abuelos, los papás de mi papá.

Cuando cumplí diez años, mamá esperaba a mi hermano, el tercero de nuestra familia. Hoy está casado con una guapa mujer que lo ama. No pretendo levantar el ego y menos alimentárselo, pero de que es guapo mi hermano, es guapo.

El cumpleaños #11 lo pasé en Perú. Me quedé estudiando todo un año (1994-95). Viví con mis tías, hermanas de mamá, y conocí a muchos primos; de los cuales hoy en día forman parte de mi círculo de amistades. Viví grandes aventuras y notorias decepciones. En ese año murió mi abuela, la mamá de mi mamá. Nunca la conocí muy bien. Sé que amaba a sus hijos por igual y, obvio, también a sus nietos. Cuando tuve oportunidad de charlar con ella (días antes de partir), no lo hice. Y es algo de lo que hoy mucho me arrepiento. He soñado con ella un par de veces. Despierto llorando.

A los doce recibí mi primera golpiza. La pelea fue grabada por unos ‘amigos’ que, lejos de detenernos, echaban porras al encuentro.  

Los trece los pasé en Estados Unidos de Norteamérica. Era el año de 1996 y nos fuimos de gira con el circo ‘Hnos. Vázquez’. Conocí a grandes personas, y otras un tanto ingratas. Quedé maravillado al entrar por primera vez al supermercado ‘Wal-Mart’, y qué decir de los centros comerciales –mall-, ¡Oh my god!

1997, el amor de mis amores se alza con el Trofeo y se hace campeón luego de 17 años. Cruz Azul Campeón de la Liguilla.

Una de las épocas más hermosas fue cuando cumplí quince años. El mundial de Francia 98’ fue el segundo mundial que viví con avidez (el primero fue EE.UU 1994). Estábamos de nuevo en México. Aún con el circo ‘Hnos. Vázquez’, andábamos de gira por Cuernavaca; los balnearios fueron nuestros centros de recreación por excelencia. Me tiré de un trampolín olímpico de diez metros de altura.  

La bienvenida al nuevo milenio fue en EE.UU. Toda la familia recibimos el año 2, 000 en ‘Walt-Disney’, en California. Ese año fue increíble. Consolidé varias amistades, perdí quince dólares. Mi amigo, el ‘che’ Pool, me lesiona (sin mala intención) la rodilla izquierda en una cascarita –pichanguita–. Mi madre aguardaba la dulce espera de mis hermanos, los mellizos. Ese año perdí a un gran amigo, quien falleció en Chicago, ya casi terminando la gira. De un momento a otro se nos fue («un derrame cerebral», dictaminaron los doctores).

En el 2001 regreso al Perú después de seis años. El viaje era para operarme de la rodilla izquierda. Pero como quien no quiere la cosa, postulé a la PREPA e ingresé a la Universidad a estudiar leyes. Me volví un ‘Universitario’. Toda la familia estaba contenta. Ese año conocí a quien nueve años más tarde sería mi esposa y madre de mi hijo. Fue, también, un año civil importante, pues me convertí oficialmente en ciudadano al cumplir la mayoría de edad. No voté por las Presidenciales, pero sí alcancé los comicios municipales. ‘¡Oh yeah!’

En el 2002 me mudé a vivir a un mini-apartamento (o cuarto con baño y cocina, y una salita). Estaba soltero y no nadie me empelotaba. ´Luis Miguel’ da un concierto en Lima; fue la primera vez que vi al astro mexicano en vivo: Sencillamente FENOMENAL. Pero no cantó ‘La Incondicional’. (snif snif)

En el 2003 regreso a México luego de cuatro años de ausencia. Únicamente estuve dos semanas; visité un par de familiares y amigos que seguían en el circo. En abril viajo a USA a ver a mis padres luego de dos años de no verlos. Mis hermanos, todos, habían crecido notoriamente. Ese año, además, mis padres, en unión con otros familiares del lado materno, se aventuran a tener un negocio propio: un circo. Gracias a la aventura, y por primera vez en nuestras vidas, tocamos fondo en cuanto a economía refiere. Quebremos. Es donde aprendí otro principio fundamental: «Una cosa es ser dueño de una carpa, y otra muy distinta ser Empresario Circense». Pero no todo fue negativo. Mi madre esperaba al que hoy es el menor de mis hermanos. Yo conocí el amor por primera vez. También el desamor. También pierdo a un gran amigo, uno que con su voz profunda y pelo engominado hacia resonar la carpa de circo. Te extraño, amigo.  

En el 2004 regreso a Lima a terminar la carrera de leyes. Me reencuentro con mis compañeros de aula y con mis primos. Luis Miguel visita Lima; no pude ir. Cantó ‘La Incondicional’. (¡Rayos!)

Del año 2004 al 2007 me dediqué a estudiar y ser, para mi sangre, en el primer abogado de la familia. Ese año (2007), comienzo a salir con una chica muy guapa, se hizo mi novia y hoy es mi esposa. Y conozco a quien, en mi humilde opinión, ha sido uno de los mejores defensas que la tierra Inca ha podido dar, quien llegó a ser capitán y campeón en México, al Señor Juan Reynoso. ¡Qué emoción!

 En el 2009 culmino la carrera de leyes. Ya era un Bachiller en Derecho. Ese año me comprometo con mi esposa. Oficialmente nos hicimos ‘Novios’. Solicité por primera vez la visa para USA, pero me la negaron. ¡Gringos ojetes!

Para el año 2010 ya estaba trabajando como abogado para una empresa. Ese mismo año me caso y, como regalo sorpresa, vuelvo a ver a mi hermana, ‘La Negra’, luego de seis años. Viene con su esposo y con su rubicundo hijo. Nos hace padrinos del pequeño ‘Oh maaaan’. Luis Miguel regresa a Lima; esta vez sí lo vi, y en compañía de mi esposa (Cantó ‘La Incondicional’, ¡Oh yeah!) Ese año le obsequié a quien hoy forma parte fundamental de nuestras vidas, a quien con mucho cariño y amor llamamos ‘Nuestro primer hijo’, un hermoso y muy cariñoso Schnauzer.

En el 2011 mi hermano, ‘el guapo’, se casa con su novia. Vuelvo a solicitar la visa para USA, ahora ya casado, pero tampoco me la dieron. ¡Gringos cabrones!

En mayo de 2012, luego de mi cumpleaños, mi esposa me anuncia la llegada de nuestro primogénito. Fue uno de los mejores regalos que pude recibir en mi vida. También me operan de la rodilla izquierda, por segunda vez.

En el 2013 nace el segundo hijo de mi hermana. Meses después nace mi hijo. Verlo recién nacido, tenerlo entre mis brazos y decirle cuánto es que lo amo, fue la sensación más gratificante que he sentido en mi vida. Luis Miguel regresa a Lima. Mi esposa y yo fuimos de nuevo (ella por segunda vez, yo por tercera). También ese año, me animé a colgar mis escritos y abrir un ‘blog’ en la web. Conozco por fin al mayor de mis hermanos: en verdad agradezco la oportunidad de haber conocido a mi hermano, quien es el espejo de papá.

Hoy, en pleno 2014, cumplo 31 años de edad, casi cuatro de casado con una bella mujer, 4 años de abogado. Soy padre, letrado y aspirante a escritor. Espero a mi segundo hijo o hija. Muy a mi pesar cumpliré diez años sin ver a mis padres y a mis demás hermanos. Pero vivo una vida que elegí vivir hace mucho. He conocido el amor en distintas oportunidad y facetas; he llorado y reído. Mi película favorita es ‘Un lugar llamado Notting Hill’. Mi disco favorito es ‘Amarte es un Placer’. Mi canción favorita es ‘La incondicional’ (más cuando la canta en Vivo). Mi héroe por excelencia es ‘El Hombre Araña’. Mi libro favorito es: (i) Travesuras de la Niña Mala, y, (ii) La tía Julia y el Escribidor’. Mi botana favorita son los ‘Rancheritos’. Me gusta leer e ir al cine. Pero más me gusta tratar de entretenerlos con mis travesuras literarias.  

Tengo salud y Dios me ha regalado una familia hermosa. ‘Google’ me ha saludo por mi día, y aún espero que Luis Miguel regrese a Lima (jejeje). Y de todo corazón deseo poder seguir obsequiándoles más y más: ‘Travesuras de un Escribidor’.

 

Lima, 07 de mayo de 2014.

 

 

 

  

                 

 

 

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