Se dice que la voz de
Dios es la voz del pueblo. Buen pues, ayer se escuchó su clamor y sus fieles
decidieron darle una nueva oportunidad a la señora Susana Villarán. Esperemos
que no la desaproveche.
Ayer todos los
ciudadanos nos fuimos a hacer nuestra colita para votar por el SÍ o por el NO.
Fue ¾como
siempre¾
un desmadre total. Llegué a las nueve de la mañana a la Universidad Alas
Peruanas que se encuentra en la Av. Pedro Ruiz Gallo, en Pueblo Libre. No había
cola para ingresar al local, lo cual me puso de buen ánimo. Confirmé mi mesa y
me dirigí al aula correspondiente (aula 418, cuarto piso). Llegué y vi a dos
responsables ciudadanos haciendo su cola. Genial,
seré el tercero en votar.
¾ Oiga. Respete la cola pues…¾ me dijo una voz fuerte y ronca, casi
marcial.
Al voltear me encontré
con un señor ya entrado en años, alto, de espalda y hombros anchos y rostro
duro como una piedra; feo el tipo.
¾ Disculpe. No lo vi ¾ le digo en tono condescendiente; acto
seguido le dibujo una media reverencia y dejé que pase ¾,
no fue mi intención tomar su lugar ¾ proseguí. El señor me plantó una mirada
recia y arrugo la nariz, así como cuando se te juntas moscos en la nariz, así
la arrugó.
¾No
haga hígado, caballero. No es saludable¾ terminé de
decirle esperando una respuesta majadera por parte del feo tipo. No tuve éxito.
Solo me brindó su espalda de luchador retirado.
Ya en al dulce espera,
la cola no avanzaba. En nuestra mesa estaban todos los miembros de mesa. Había
llegado tarde el presidente y por eso recién firmaba cada planillón. Qué joda.
Luego de firmar cada uno de los planillones, debíamos esperar a un encargado
del Jurado Nacional de Elecciones a fin de que diera su visto bueno y poder así iniciar las votaciones. Sin embargo el
robusto señor (del JNE) andaba en otras aulas supervisando que todo vaya con
arreglo a ley. Mientras esperábamos, los ánimos de otras mesas comenzaban a
caldearse. La gente estaba desde las siete y media de la mañana haciendo fila
para votar e irse temprano a casita; pero nunca faltan los irresponsables, y
menos en nuestro querido Perú. La mesa a la que hago referencia comenzó a
pifiar a los miembros de mesa: Ya pe´, a
las ocho de la mañana es pues. ¿Qué pasa? Otros le seguían el eco a la
protesta. La mayoría de ésa mesa eran persona de notoria avanzada edad. Pobres
en verdad. Cuando salí de votar, ellos aun ni comenzaban.
Ir a cumplir con el
deber cívico es de cierta forma, y un tanto caprichosa, bonito. Y es que en
estas ocasiones todos somos opinólogos;
es cierto. A veces con fundamento y a veces sin él, pero a todos nos gusta dar
nuestro parecer, nuestro punto de vista. El tipo feo que estaba delante de mí
comenzó a carajear cuando el señor del JNE no llegaba a dar su visto bueno: «Carajo. Pa´ eso lo hacen a uno venir
temprano. A caso es mucha ciencia esa cojudez, ¿ah? Por las huevas nos hacen
venir. Por las huevas convocan esta consulta disque popular. Por las huevas,
carajo» Espetó el furibundo señor. Yo trataba de mantener la calma. Es
verdad que me molestaba estar esperando el visto bueno del JNE para dar mi
voto, pero más me irritaba escuchar el quejoso señor. Tenía ganas de callarlo;
de decirle unas cuentas verdades. Pero no valía la pena. De cierta forma, tenía
razón. Luego llegó el señor del JNE, sujeto bajo de estatura, con aspecto
descuidado, del cual saltaba a la vista su panza chelera; ni el chaleco rojo lo
ayudaba. Al pasar por nuestro lado, el furibundo vecino le dijo en tono hostil:
¾ Ya era hora pues señor. Llevamos rato acá,
caramba.
¾ Señor¾
le dijo el señor del JNE¾, no es la única mesa que debo atender.
Paciencia por favor. Su tono fue amable y cortes. Entró
rápidamente al aula.
¾
Paciencia. Paciencia… Paciencia que la tenga tu abuela. Idiotón¾ le mandó el feo tipo. Pero fue en vano.
No lo oyó.
Al terminar mi voto, me
dirigí a las escalaras. Al bajar, las personas subían. Entre ellas muchas
persona muy viejitas, otras, además de viejitas, estaban con un sobrepeso descomunal.
Y otras, las más perjudicadas, eras discapacitados. Qué horror. Pobre gente.
Cómo los hacen venir a votar en esas condiciones, más aún cuando las
instalaciones ¾de
cualquier recinto que se elija para votar¾ no cuentan con
las condiciones que la ley les exige. Es una verdadera pena que una fiesta democrática
como la que tuvimos ayer, sea un verdadero calvario para otras. Es una vergüenza
que en pleno siglo XXI seamos testigos fieles de un proceso cívico propio del
siglo XVIII.
En casa, tomando el
café de las cuatro de la tarde, y en compañía de mi fiel Monk, llegó el Flash Informativo. Lo de esperarse, ganó
el NO. Pese a que voté por ésa opción, mi corazón, muy en su fondo, esperaba
que ganase el SI. Luego de saber los resultados que la señora Delta dio, Aldo Mariátegui,
en presencia de Lourdes Flores Nano, dijo que ganó Favre. Y es verdad. Aunque
su compañero Nicolás Luca lo llamó picón. Pero es verdad. No por nada fue
contratado por Susana Villarán. Eso demuestra que no hubo una mala contratación.
Que al igual que el Presidente Humala, Favre le dio la victoria.
Hoy
ganó Lima…¾
dijo una muy contenta Susana Villarán. Frase robada del actual Presidente de
México, el señor Enrique Peña Nieto. Obviamente se trata de una frase política.
Una frase que enaltece “humildemente” la campaña por el NO. Supongo que ahora
la señora Villarán se pondrá las pilas y cumplirá para lo que ha sido elegida y
ratificada. De que se ha llevado un buen susto, ni dudarlo. Ahora ya saben y
están advertidos los futuros alcaldes de Lima: Acá. Nosotros, no nos andamos
con tonterías. O trabajas o te revocamos. El mensaje está dado.
Pero ojo. No nos confundamos
ni traten de confundirnos. El NO ganó por una simple razón; bueno dos. La
primera es porque la gente no quería volver a las urnas en los próximos meses
(tiro que salió por la culata porque ahora tendremos que ir por los regidores).
Dentro de la primera razón también se encuentra el tener que gastar más de
cinco millones de soles para elegir a un nuevo alcalde, según. También porque
tendríamos cuatro alcaldes en dos años; porque Lima de quedaría “paralizada”; y
porque nadie se atrevería a reformar el transporte. La segunda razón la dejamos
para otro comentario (el audio a Luis Castañeda L). La gente que votó por el
NO, votó por la idea que Favre y su grupito vendió. Sin embargo, el NO, no ganó
porque los vecinos de Lima, en su mayoría, estén a favor de su gestión. Por
supuesto que no. Es más, no hay ninguna encuesta que diga que la gente, antes
de ratificarla, votaría por el NO porque está contento con la gestión de la
señora Villarán. Y eso algo que no se debe olvidar. Ha ganado Susana Villarán porque
ha sido en mal menor. Cruel, pero cierto.
Por el bien de Lima,
esperemos que nuestra alcaldesa haya aprendido la lección:
¡A Lima se la
respeta!
Lima, 18 de
marzo de 20123.
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